Sibelius: Complete Symphonies
Oslo Philharmonic Orchestra, Klaus Mäkelä
4 CDs
DECCA, 2022
El estreno de un joven y talentoso director finlandés en un ciclo que logra transmitir identidad y momentos reveladores.
Existen 48 ciclos completos de sinfonías de Jean Sibelius. El último de ellos viene de parte de un director finlandés de 26 años y una orquesta noruega: la Filarmónica de Oslo, de la cual es titular. A estas alturas todos los directores finlandeses deberán empezar su carrera grabando un ciclo Sibelius. Que lo hagan, siempre nos encontramos con lecturas reveladoras.
No existe el ciclo Sibelius perfecto y este no lo es. Pero se trata de un ciclo por sobre el promedio, arriesgado y siempre interesante. La juventud del director, su innegable talento y la objetiva calidad de su esfuerzo han sido las razones fundamentales para que este ciclo haya empezado a acaparar premios apenas salió a la venta.
«A estas alturas todos los directores finlandeses deberán empezar su carrera grabando un ciclo Sibelius. Que lo hagan, siempre nos encontramos con lecturas reveladoras»
¿Cómo es el Sibelius de Mäkelä? En primer lugar, tiene su propia personalidad. Se trata de lecturas emocionalmente fuertes, alejadas de cierta tendencia glacial de los directores finlandeses. Mäkelä apuesta a grandes gestos intercalados con un lirismo casi minimalista y detalles de primer nivel, como ese final de la Séptima: jamás esa sinfonía se ha apagado con tanto dramatismo y elocuencia. Para lograr este rango afectivo, Mäkelä desarticula a veces el discurso para centrarse —ayudado por la ingeniería— en ciertos detalles. Por ejemplo, oiremos fraseos novedosos en la cuerda mientras metales y percusión se suelen ubicar en un segundo plano. En este sentido, Mäkelä apuesta más fuerte y corre más riesgos que el otro joven director finlandés Santtu-Matias Rouvali (a cuyo ciclo le falta la 4, 6 y 7). Mäkelä es más rapsódico y eso le viene muy bien a la Primera, a la cual llena de detalles, de micro espacios que la alejan de la visión romántica con que se suele abordar la obra. Ya en esta sinfonía vemos que la apuesta del director exige mucha atención por parte del oyente, ya que la información de pronto tiende a sobrecargarse. En la Segunda esto decae un poco, a pesar de un gran movimiento lento y lograr que los metales suenen presentes en el final (lo que no sucede plenamente en la Quinta). La Tercera presenta un bellísimo andantino; Mäkelä logra posicionarla como gran sinfonía, condición que varios directores han pretendido negarle. Sin embargo, me parece que el primer gran triunfo de este ciclo es la Cuarta, realmente gutural y oscura en sus manos, muy emocional; no tiene la oscura claridad de Karajan, pero Mäkelä es más folk, más fantástico e imaginativo y eso le viene bien a esta apuesta. En la Quinta, director y orquesta firman una lectura importante, con un primer movimiento de antología, aunque decae hacia el final por la distancia de los metales. La Sexta no alcanza a las referencias, pero todo está dicho con mucha intención y con una densidad mayor a la acostumbrada. Para la Séptima, por fortuna, nuevamente se oyen los metales, en especial los trombones que son protagónicos; a pesar de un desarrollo algo plano logra que la coda revele detalles de primer nivel que justifican toda la audición. El ciclo se complementa con un magnífico Tapiola, probablemente, lo mejor de estos cuatro discos y que podría posicionarse como una nueva referencia moderna de la oscura partitura; realmente el espíritu del bosque se hace presente: acá hay misterio y violencia surgidos de un manejo excepcional de los recursos de la cuerda, principalmente. También se agregan los fragmentos sobrevivientes de la Octava Sinfonía. Son fascinantes y solamente están ahí para que lamentemos el hecho de que su autor haya quemado su última sinfonía cuando la tenía ya terminada. Nunca los había oído mejor tocados.
En conclusión, estamos ante un ciclo debut importante de un director joven. Recuerda en esto al primer ciclo de Simon Rattle. No me atrevería a decir que existen referencias absolutas en estos cuatro discos (quizá el Tapiola y los fragmentos de la Octava), pero, sin duda, existen muchos momentos reveladores. Me parecieron excepcionales la Primera, la Cuarta, la Sexta. El resto de lo bueno a lo extraordinario. Lo más interesante, el concepto arrojado y detallista. Lo más discutible: a veces cierta pérdida de intensidad y una predilección por detalles antes que por el conjunto, pero a los conocedores de Sibelius no les molestará, ya que tendrán acceso a información sonora que antes era pasada por alto. Quizá Mäkelä es muy joven para darle una orgánica a todo el discurso. Puede ser, pero, en cierto modo, ha hecho de manera notable lo difícil: ha creado atmósferas y ha revelado universos sonoros. La madurez quizá le haga entregar más adelante un segundo ciclo que le otorgue más cohesión y equilibrio al discurso. Si logra eso, estaríamos hablando de un ciclo imbatible.
Como ciclos de referencia seguirán existiendo Blomstedt, Vänska-Lahti, Bernstein, Berglund (I y II), Davis-Boston, Segerstam o Ashkenazy. Para sinfonías sueltas, la Primera estará siempre bien servida por Karajan, Kamu-Helsinki, la más reciente de Santtu-Matias Rouvali o Segerstam. La segunda tendrá en Szell-Cleveland (en Tokio) un sitial inalcanzable, aunque Colin Davis-Boston y Ashkenazy-Philharmonia dan pelea. La Tercera de Kamu-Helsinki es de otra dimensión, acompañada por Maazel-Pitsburgh. La Cuarta de Karajan-Berlín en DG es referencia obligada, al igual que la de Maazel-Viena. La Quinta de Bernstein-New York sigue emocionando, al igual que la de Karajan en DG, electrizantes ambas. La Sexta de Karajan en DG es igualmente inalcanzable, lo acompaña Segerstam. Para la Séptima está siempre Ormandy, Karajan, Saraste. En fin, podemos agregar otras y no nos equivocaremos. Sibelius es un compositor tan maravilloso que todo artista competente dirá siempre algo interesante con su música.
«Mäkelä apuesta a grandes gestos intercalados con un lirismo casi minimalista y detalles de primer nivel»
Este es un ciclo obligado para seguidores del compositor, para el resto no está mal, los discos se ofrecen a precio bastante económico, pero las referencias ya están señaladas más arriba.