Noah Preminger
Preminger plays Preminger
Newvelle Records, 2019
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El saxofonista y compositor Noah Preminger nació en 1986 y se crió en Canton, estado de Connecticut.
El saxofonista y compositor Noah Preminger nació en 1986 y se crió en Canton, estado de Connecticut. Justo después de cumplir 21 años lanzó su primer álbum, Dry Bridge Road, el que fue considerado Debut of the Year por los críticos de la revista The Village Voice. Sus dos álbumes siguientes se editaron en 2011 y 2013. Preminger ha actuado en escenarios clave desde Estados Unidos hasta Europa y Australia, y ha tocado y grabado con artistas de la talla de Jason Moran, Dave Holland, John Patitucci, Fred Hersch, Dave Douglas, Billy Hart, Joe Lovano, Victor Lewis, John y Bucky Pizzarelli, Cecil McBee, George Cables y Roscoe Mitchell. El Boston Globe lo aclamó como «un maestro de los estándares y baladas, así como un osado compositor». Fue también el ganador en la encuesta Rising Star Best Tenor Saxophonist de la revista DownBeat.
Entre 2017 y 2019, Preminger hizo múltiples grabaciones. Entre ellas un álbum en dúo con el pianista Frank Carlberg en el Jordan Hall del New England Conservatory of Music (NEC), un registro en cuarteto para Criss Cross Records y una sesión para Newvelle Records, una discográfica que sólo publica en formato de LP. En 2018, Preminger y el colíder Rob Garcia crearon el Dead Composers Club y lanzaron The Chopin Project, el primero de los proyectos anuales con obras del compositor.
Preminger llamó la atención por su álbum conceptual Meditations on Freedom, grabado un mes después de las elecciones presidenciales de 2016 y lanzado el día en que Trump asumió el poder en 2017. Acompañado por el bajista Kim Cass, el trompetista Jason Palmer y el baterista Ian Froman, en este registro Noah ofrece interpretaciones de canciones de Bob Dylan, Bruce Hornsby, Sam Cooke y George Harrison, así como sus propias canciones con conciencia social como «We Have a Dream», «Mother Earth», «Women’s March» y «Broken Treaties». «Decidí grabar un álbum de protesta», declaró entonces, «pensé que sería importante hacer un registro de las libertades que podríamos estar perdiendo».
El músico se embarcó recientemente en otro proyecto especial: el emotivo y sensible disco Preminger plays Preminger, que cuenta con un elenco de estrellas compuesto por su bajista regular, Cass, y dos recién llegados a su mundo discográfico: el pianista Jason Moran y el baterista Marcus Gilmore. El disco consiste en temas de Noah creados a partir de escenas de las películas del director Otto Preminger, su pariente. «Necesito ser un apasionado de un proyecto», ha dicho Noah. «Este era otro concepto, otra dirección. Se suponía que mi bisabuelo y Otto Preminger eran primos hermanos. Pero la mayoría de las personas que lo sabían con certeza están muertas».
La idea de grabar este álbum ha acompañado a Noah desde la escuela secundaria, cuando una tía, que hacía un curso de cine, le proyectó por primera vez Anatomy of a Murder. Se necesita valor para que un adolescente, al escuchar la partitura de jazz de Duke Ellington —banda sonora de la película—, quizás la más famosa de todos los tiempos, se haya dicho a sí mismo: «Puedo hacer eso».
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«La idea de grabar este álbum ha acompañado a Noah desde la escuela secundaria, cuando una tía, que hacía un curso de cine, le proyectó por primera vez Anatomy of a Murder. Se necesita valor para que un adolescente, al escuchar la partitura de jazz de Duke Ellington —banda sonora de la película—,, quizás la más famosa de todos los tiempos, se haya dicho a sí mismo: «”Puedo hacer eso”»
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Noah nació aproximadamente un mes después de la muerte del cineasta Otto Preminger en 1986, y se crió escuchando las historias de su abuela sobre Otto, primo de su abuelo Jack.
Como estudiante universitario en el NEC, Noah conoció al iconoclasta pianista Ran Blake, quien también era aficionado al cine y estaba profundamente conectado con lo visual en su enfoque de la música. Blake, además, enseñaba en el NEC un curso que comprendía el Film Noir de una manera capaz afectar la identidad musical y compositiva de un estudiante. Ran y Noah terminaron estudiando juntos las partituras de las películas de Otto Preminger.
Obtuvo la luz verde de Newvelle después del éxito de su grabación de Some Other Time en 2016 para el propio sello. Vio más de 15 películas antes de optar por cuatro piezas, además de cuatro composiciones originales. Noah miraba las películas y luego escenas de manera aislada, repitiéndolas hasta estar satisfecho de poder componer motifs melódicos en el piano. En el inquietante tema «For Bunny Lake is Missing» (inspirado en la película Bunny Lake is Missing de 1965), Noah se centra en una escena en la que raptan a un niño que se columpia en un parque. También compuso una pieza sobria, «For Laura», basada en una escena del clásico de ese nombre, también dirigido por Otto en 1944.
El álbum incluye el tema de la película de 1954 River of No Return (protagonizada por Marilyn Monroe y Robert Mitchum), que comienza con saxo tenor y un fascinante solo de contrabajo. «Me encantan los créditos iniciales de la película», dijo Preminger. «Fue el arreglo perfecto para mí. Es como una canción folklórica country con la pradera y vaqueros». Algo destacado es una pieza tranquila que Preminger escribió para el clásico Stalag 17, de 1953, una historia de dos prisioneros norteamericanos durante la Segunda Guerra Mundial, los que intentan escapar de la reclusión pero son abatidos.
Otra pieza se inspira en el drama político de 1962, Advise & Consent. En ella, Preminger escribe dos secciones, una para las mujeres que están en una sala judicial de un edificio del gobierno y la otra para hombres «que parecen furtivos y sospechosos», dijo. «Va y viene de una sección a otra, conmigo improvisando primero en [la música que representa a] las mujeres y luego Jason expresando las actitudes de los hombres».
La mejor canción de Preminger plays Preminger es un arreglo de «Way Early Subtone» de Duke Ellington para la película Anatomy of a Murder de 1959. Moran rocía notas mientras entabla conversaciones con el resto del grupo. Comenta Preminger: «Nunca comparto la música antes de una sesión de grabación, por eso a Jason, que estaba familiarizado con la película, le fue fácil hacerse cargo e interpretarla brillantemente a su manera».
Aquí tenemos un artista en la cima de su creatividad y uno de sus mejores discos, no por su concepto ni por su ejecución, sino porque hace lo que se supone se debe hacer con la música de jazz: capturar un momento en el tiempo, una emoción tan fugaz que no se puede expresar con palabras, y cristalizarlo para siempre.
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