más vale arrepentirse del orgullo
que es el único vicio verdadero.
Los otros son infames pero leves.
Como dijo Cipriano de Cartago,
solo peca quien piensa que es honesto.
Avaros
cascarrabias
envidiosos
son parte de la condición humana.
Por una paja nadie se condena.
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Juan Cristóbal Romero