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De que el país no marcha como debe,
no cabe ni una duda;
pero, con todo, vamos avanzando.
Pese a lo cual, tal vez, ya sea tiempo,
como sostienen varios,
de que llegue al poder un socialista.
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Pero el problema es que hacen una historia
de cada cosa tales socialistas
(sería bueno nunca requerirlos).
Por todo, por lo mínimo
preguntan y sospechan,
y de inmediato piensan en reformas
pidiendo que se apliquen sin tardanza.
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También imponen grandes sacrificios:
que renuncies a tal o cual negocio,
pues justamente dicho patrimonio
impide el desarrollo del país.
Que cedas ese ingreso y eso otro,
y ese tercer ingreso en consecuencia.
≪Cierto, los necesitas, pero entiende,
no hay mejor propietario que el Estado≫.
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A medida que avanzan sus controles,
encuentran nuevas prácticas dudosas
y exigen su inmediata suspensión,
prácticas nunca simples de abolir.
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Y cuando felizmente han concluido
después de intervenir los hospitales
los colegios, las fábricas, los bancos,
cada cosa, hasta el último detalle,
se despiden, tomando para sí
la recompensa que les corresponde;
tras lo cual hay que ver si dejan algo.
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Tal vez no sea tiempo todavía
de que llegue al gobierno un socialista.
La prisa nunca es buena consejera.
Es verdad que el país no marcha bien,
Pero, ¿existe un humano sin defectos?
Y en cierta forma, vamos avanzando.
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