Una mancha blanca es la única señal después de la partida. A veces me pregunto cómo es que una vida puede desarrollarse sin otra, cómo un cuerpo supera el frío que es un frío hipotético pero que se transforma en realidad al momento de modular la palabra ausencia. Ese 25 de diciembre, Robert Walser salió a dar uno de sus típicos paseos al bosque. Walser ya no pronunciaba palabra, su lenguaje fue clausurado por ese frío de quien no tiene ya nada que perder porque nada ha tenido. Su cuerpo es uno con la nieve, una mancha blanca como única señal después de la partida.
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Los caballitos de mar son los únicos animales donde se embaraza el macho. Los bonobos prefieren tener sexo que pelearse: para no discutir juegan a practicar esgrima con sus órganos sexuales. Los pingüinos son monógamos. Los estorninos logran una sincronía perfecta cuando alzan el vuelo, su nombre es Murmuration, pareciera que fueran un solo gran pájaro manchando el cielo. Estos últimos meses, he visto personas parecidas a ti en la calle. Recuerdo cuando decías que en todas partes había clones tuyos. Yo decía que no veía a nadie siquiera un poco parecida a ti. Ahora he visto personas, en distintos momentos y lugares, que podrían haber sido tú. El ser humano posee la particularidad de ser único para alguien en el mundo solo hasta el momento en que deja de serlo.
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Se aprende que después de caer el próximo intento será más doloroso. Un pájaro tiene la paciencia de recoger rama por rama y construir su nido. Vuela de un árbol a otro, arma y desarma hasta el momento en que todo cobra un sentido. La imposibilidad es una palabra que desconoce dentro de su perfecto sistema, porque a pesar de tener la capacidad de imitar nuestra voz está ajeno a los fracasos que construimos minuciosamente escudados en el lenguaje.
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Las medusas no tienen corazón en cambio las lombrices tienen cinco corazones, cuál has sido tú acá, conmigo, ahora que no importa y que nada nos une. Nuestro entendimiento fue una fiesta que terminó y solo quedó el desorden del otro día.
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Dos personas, en un determinado tiempo, desarrollan un lenguaje que los demás jamás van a entender y supongo que llega un momento en que ese lenguaje se apaga mientras va originándose uno nuevo con otra persona. Te he hablado de todas las maneras posibles y ha llegado el tiempo en que puedes reconocerlo, también llegará el tiempo en que deje de importar y ninguna palabra nos salve.
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Un perro cien veces pateado es un perro que cien veces vuelve. No tengas hijos ten perros, algunos lazos de sangre pocas veces significan y es fácil confundir familia con hartazgo, hogar con una cárcel y el jardín con un lugar repleto de trampas que nos harán caer. El silencio es la mejor estrategia para sobrevivir. Alguien se apura en preparar una ofensiva hablándonos de amor.
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