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Iluminaciones profanas

Gramercy Park

Javier Meneses
Á. - N.10.

 

Ficha:

Título: Gramercy Park

Autor: Diego Maquieira

Año: 2023

Editorial: D21 Editores

150 páginas

 

Desde hace mucho tiempo que el poeta Diego Maquieira se ha dedicado a modelar su poesía con un estilo singular. Es imposible olvidar aquellas voces delirantes que cruzan las páginas de La Tirana, o las míticas batallas aéreas relatadas en Los Sea Harrier. Tras publicar en 2013 sus más de doscientos poemas visuales en El Annapurna, anunció rápidamente su retiro de la esfera pública para enfocarse en su propio camino espiritual. Rechazando entrevistas amablemente, tomándose un café de vez en cuando en el Tavelli de Providencia o merodeando en la librería Takk, el poeta estaba sumido en el bajo perfil y la nula publicidad. Pero ajeno a todo pronóstico, sale a la luz Gramercy Park (2023. D21 Editores), libro publicado en una edición privada. Es una nueva exploración del poeta, un trabajo en el que está retratada una mente irrepetible.

 

 

Gramercy Park es un libro en formato de bolsillo, con tapas duras, que aparenta ser una libreta de consultas. Lo que marca una diferencia con El Annapurna, ejemplar de gran tamaño que apostaba por una idea mucho más tradicional de un libro de arte. Esta singularidad es lo que genera una intimidad con la obra. Profundizar en ella conlleva ajustarse a un «orden  poético». Sin índice, prólogo o aclaración alguna, queda claro que Maquieiera está al mando y el lector debe adecuarse a su ritmo. Las reglas un son fiel retrato de sus principios. En ese sentido, esta publicación prefiere la discreción antes que nada, la ausencia de isbn o cualquier tipo de marca editorial.

 

«La gran recompensa de Gramercy Park es el permiso entregado por el poeta  para habitar un rato en su cabeza.»

 

Este es un libro que juega con la visualidad del collage. Al avanzar por sus páginas uno se encuentra con recortes de diarios, revistas y libros. Gracias a la edición, se puede apreciar de manera privilegiada la poesía visual que Diego Maquieira. La escritura de puño y letra del mismo autor deja apreciar su caligrafía y un estilo caótico que no abandonará el libro hasta su última página. Con diferentes anotaciones, tanto en inglés como en español, esboza poemas, comentarios, tachaduras y observaciones.

 

En Gramercy Park están presentes las obsesiones e intereses del poeta. Dejando en claro que no olvida a sus maestros, figuras como las de Albert Einstein o Charles Chaplin, E.E. Cummings o Constantino Cavafis, tienen un lugar privilegiado en este libro. Una idea que ya es concurrente en la poética de Maquieira, y que no podía faltar, es lo cinematográfico. La materia prima de muchas páginas son adaptaciones de fotogramas rescatados de 2001: Odisea del espacio y Barry Lyndon, dos películas de Stanley Kubrick. En las conversaciones con Maquieira tituladas Give me a break el autor explica su idea de escribir. Lo suyo es componer «como si fuera un músico o un director de cine, que filma, filma, y después, editing, editar. (…) Los demás te dicen poeta para orientarse, pero la idea de ser director de poesía me atrae mucho. Yo llevo el cine a la poesía, porque siempre he tratado que mis poemas se vean».

 

Si en el pasado Maquieira se excusó de «estar fuera de órbita» para esquivar preguntas sobre actualidad, ahora podemos demostrar todo lo contrario. Diego Maquieira es un poeta que lee los diarios y observa el presente. Por entre sus páginas aparece la famosa cara de Keir Dullea, el astronauta de 2001 Odisea del Espacio, mirando cómo se quema la Parroquia de la Veracruz. El hecho, ocurrido el año 2019 en pleno estallido social, es de tal magnitud que Maquieira re-versiona la situación mediante recortes de prensa superpuestos y un poema de César Vallejo. Lo renombra “Cuídate Chile”, y agrega un último y nuevo verso: “Cuídate de la revolución”.

 

En su marcado carácter visual Gramercy Park murmura interrogantes sin respuesta. Detalles que leídos con inocencia pueden llegar a no tener explicación, pero que están referidos a la intimidad de su autor. Por ejemplo, el caso del título, una clara alusión a la niñez del poeta que transcurrió en Nueva York. Anota: «En Gramercy Park no hubo un tiempo en que no había tiempo». O el collage con el cual termina el libro: Albert Einstein a bordo de una estación espacial en el año 3006 d.c.  Imagen que se podría vincular con la frase: «va a nevar en el espacio y la NASA no lo sabe», sentencia que escribió Maquieira sobre el mítico chancho volador de Roger Waters.

 

La gran recompensa de Gramercy Park es el permiso entregado por el poeta  para habitar un rato en su cabeza. En el espectro de Maquieira no está permitida la rigidez, menos los límites. Entonces cualquier explicación es una vulgaridad. El autor, que lleva 11 años tomándose una siesta por el lado sabio, no pretende agradar a nadie.

 

Hay que considerar que desde temprano Maquieira marcó clara diferencia con sus pares, quizá por lo mismo se separó tempranamente de su generación y de la contingencia política de los años ’80. Pero no se puede decir que estaba solo en su extravagancia, evitando a toda costa cualquier tipo de pensamiento oficial de la época. Un amigo suyo, el poeta Paulo de Jolly, compañero de colegio y cómplice, realizó también una apuesta literaria, quizá aún más puntuda, con la peluca y corona del rey sol sobre su cabeza.

 

La poesía visual que observamos en este libro remite a una tradición chilena, en la que destaca, Nicanor Parra con sus Artefactos, Juan Luis Martínez con La nueva novela  y La poesía chilena, o Raúl Zurita con Purgatorio y Anteparaíso. Estirpe con la que Diego Maquieira tuvo una estrecha relación. Su olvidada faceta como pintor es esencial para entender su trabajo. No es casualidad que Roberto Matta señalara que “inventó una nueva forma de reír”.

 

Con esta última publicación Maquieira nos muestra otra vez el humor, el desparpajo y los montajes que caracterizan su poética. Aunque en este caso lo que entrega es mucho más íntimo que en libros anteriores. Gramercy Park es crucial dentro de su obra. Es un libro raro, híbrido, fuera de cualquier norma y estilo. Un genuino producto de la  imaginación desatada de un poeta, una libreta secreta en la que están impresos sus hallazgos verbales y gráficos.