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«Warner incluye prácticamente todo: las obras publicadas, las orquestaciones de Debussy de otros compositores, las orquestaciones de otros compositores de la obra de Debussyy varias ediciones de una misma obra».
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Para los coleccionistas «completistas» —los que quieren tener todo lo grabado de un autor—, el centenario de la muerte de Claude Debussy (1862-1918) es la oportunidad de adquirir lo que les falta de su magnífica obra musical.
Un par de los más importantes sellos discográficos clásicos han visto en la efeméride la posibilidad de publicar por primera vez una colección integral del genio francés. El primero en hacerlo fue Warner Classics (que publica fondos de la antigua EMI, Erato y Virgin) y le siguió la de la Deutsche Grammophon. Warner Classics lanza su edición en 33 compactos, mientras la DG lo hace en 22 compactos y dos DVD. La diferencia del número de discos se explica por el hecho de que la edición Warner incluye prácticamente todo: las obras publicadas, las orquestaciones de Debussy de otros compositores, las orquestaciones de otros compositores de la obra de Debussy y varias ediciones de una misma obra. La DG se limita a las obras publicadas en vida del autor.
En cuanto a la calidad interpretativa y de sonido, ambas ediciones incluyen referencias y muy buenos registros, con una leve ventaja de la edición DG.
La caja Warner es una lección de buena factura. Para quienes buscan una audición enciclopédica, para quienes ya conocen a Debussy y desean profundizar en su producción, esta caja les permite seguir en orden cronológico sus composiciones agrupadas en las siguientes categorías: obras para piano, obras para piano a cuatro manos, obras de cámara, lieder y obras escénicas, más un CD con todo lo que grabó el mismo Debussy. Afortunadamente la obra de Debussy —como la de Brahms— permite esta aventura.
En cuanto a la calidad de las lecturas, estas van de lo correcto a lo extraordinario. La calidad por sobre la media está asegurada con nombres como Carlo Maria Giulini, André Cluytens, Samson Francois, Aldo Ciccolini, Monique Haas, Jean Martinon, Sir Simon Rattle, Gerard Souzay, Philippe Jaroussky, Barbara Hendrix (¿se puede cantar mejor a Debussy?, no creo). Es cierto que puede haber puntos bajos, como algunos cantantes en los lieder más desconocidos o algunos intérpretes de las obras recién editadas, pero no es un pero signicativo. Estamos advertidos, además, de que El Martirio de San Sebastián, sin duda una obra maestra, es un registro monofónico, aunque de absoluta referencia (la antigua grabación de Ansermet).
El buscador de lo nuevo encontrará maravillas como las transcripciones para piano de obras tan increíbles como El mar o los Nocturnos (nada menos en la edición de Ravel), Sus óperas inconclusas, acá en ediciones interpretables: Rodrigo y Jimena, La caída de la casa Usher o Diana del bosque. Todas ellas tan bellas como desconocidas. Mención aparte las impresionantes orquestaciones de Roger-Ducasse para algunas de las canciones. En fin, una atractiva integral que vale la pena atesorar, aunque con dura competencia de la caja DG.